Horóscopo

Mi primo Carlos (no desvelaré su identidad como superhéroe) y yo, solíamos leer cada sábado el horóscopo de la revista El Semanal TV. Pero no sólo lo leíamos si no que lo interpretábamos, cada uno interpretaba el destino del otro. Hemos perdido esa tradición y desde entonces vivo en una completa incertidumbre. Me levanto cada domingo sin saber que hacer pues no tengo un consejo que seguir, no sé qué tal estaré esta semana de amor o de salud, no sé si Saturno me guiñó el ojo, no sé si debo descansar o hacer deporte... ¡No sé qué hacer! Pues desconozco qué es lo que me ha advertido Daniel, el astrólogo de la revista.

Hoy he decidido que nunca jamás volveré a estar desinformado de mi futuro por lo tanto cogí la revista y, por una parte con miedo, abrí la página del final para que el oráculo dibujase mi próxima semana. Pero no tenía intérprete. Desolado y confuso comprendí que seguía en la misma situación de antes. Ahora escribo tambaleandome estas líneas que espero que alguien me interprete:

Cáncer
(22 Junio - 22 JuIio)
Salud. Estás mejorando. Te esperan momentos realmente vitales.
Estoy en ascuas, ¿qué significa esto? En qué estoy mejorando, si no he seguido los consejos anteriores.
Amor. Días propicios para iniciar una relación. No te distraigas.
Objetivo de esta semana: tener una relación. ¿Y en qué no me debo distraer? ¿Qué tiene que ver la clase con el amor?
Dinero. Vacas flacas. Apriétate el cinturón y gasta lo indispensable.
Ahora sí que me he perdido. ¿Vacas? ¿Flacas? Consejos de seguridad vial, gástate lo indispensable, pero ¿qué es lo indispensable? ¿Compro una vaca?
Salud. No hagas nada. Así no te crearás problemas.
¿Qué? ¿Que no haga nada? O lo interpreto mal o esta semana no voy a hacer nada. Si no voy a tener problemas. ¡Pero algo tengo que hacer!

¡Un intérprete por favor! ¡Que yo no entiendo nada!