Supersticiones, House y The Strokes

Mi amuleto es un muñeco de E. T. el Extraterrestre con una gorra azul, un teléfono y la guía telefónica. Demostrado queda que jugando a las cartas siempre me echa una mano... o por lo menos tres dedos. Pero es que no me mira, cómo me va a dar suerte si no me mira en ningún momento, me dan una buena noticia por teléfono y me fijo que él no me está mirando. Al cabo de un tiempo me desmienten esa buena noticia. Si discuto con alguien él no me mira. Se queda ojeando su guía detras de alguna caja de encima de la mesa pero él me lleva por él buen camino o por lo menos me enseña caminos nuevos. Desde que lo recibí de mi gran amigo Rafa, dos cosas he encontrado una la descubrí en uno de los cajones que menos ojeo ultimamente, la televisión. "Cómo me gusta House. ¿Tú lo ves?" "Bueno... lo ví alguna vez" murmuraba yo escondida y cínicamente. Pero una luz apareció en mi vida no sé ni cómo ni por qué ni en que circunstancia ni siquiera sé en qué momento. ¿Estaría en el baño? ¿O leyendo una revista de decoración? ¿Fue cuando telefoneaba a un restaurante chino para gastar una broma? ¿O cuando entré en mi habitación con aquella sonrisa a sabiendas de que mi extraterreste supersticioso me estaba observando? No lo sé pero en días descubrí mi pasión y ahora sólo pienso en ello. House, todo es House para mí. La profesora más idiota e impertinente la perdono porque Gregory House también es así, y yo perdiendo mi tiempo intentando pillar los chistes de Becker. Mal... fatal... horrible. "Wilson adivina lo que ha hecho Foreman".

E. T. se giró hacia su pared favorita y se olvidó de que yo estaba escuchando por quincuagésimadiecidocesívísima vez mi nuevo disco de Keane. Estaba musicalmente azotado. The Strokes, Franz Ferdinand, Artic Monkeyz... algo me fallaba, mi mentalidad empezaba a semejarse a la de mi primo Carlos. "...YO NO LOS DISTINGO..." E. T. se dio la vuelta con furia, y yo lancé un abstracto "...¡YO SÍ!...". Vi su vídeo: You Only Live Once, no me enamoré pero me agradó la canción unos días después me olvidé de ello, era mi amuleto que se olvido por completo de mí. Un día me envió una señal confusa a mi cerebro y recordé que había oído esa canción pero no recordaba el nombre de su grupo. Empecé a repetirlos en voz alta hasta que mi amuleto respondiese en el correcto, pero estaría llamando a algún restaurante chino para mofarse de su acento, E. T. puede ser muy cruel a veces. Lo busqué en mp3.com, creyendo inconscientemente que mi objetivo era THE CHARLATANS. Pero perdí el conocimiento y cuando lo recuperé Álex mi querido amigo filósofo de olas me había dejado el último disco de Los Strokes... y me enamoré. Ahora tengo el anterior y el anterior más, y ya los he incluído en mi lista de privilegiados favoritos (Travis, Coldplay, Keane, Starsarlor, Kaiser Chiefs y THE STROKES).

Necesito domésticar a mi E.T., y girarlo de vez en cuando. Lo único que sé es que durante la narración de este blog, el estaba mirando a su ventana, por lo que deduzco que la letra saldrá distinta como siempre. ¡¡RAYOS Y RETRUÉCANOS!!