Laboratorio de Reflexión presenta: Muerte y Enfermedad

Es frecuente que en mis momentos de soledad y reflexión, se me venga a la cabeza el tema de la muerte, no como metáfora ni como viaje, sino como hecho. Es decir, intento imaginar cómo será mi muerte, y en concreto, cómo reaccionarían los demás. Cómo responderían ante la noticia, cómo se comportarían más adelante. Cada persona tendría una distinta manera de actuar, por lo menos en mi mente.
Lo cierto es que, no comprendo por qué es tan habitual que se presente siempre esta cuestión. Es una manera de medir el afecto que me tiene cada uno de mis conocidos, aunque ni siquiera sé, si en verdad existe tal afecto. De cualquier manera, me estremece recorrer los pasillos del instituto (de mi cabeza) buscando lágrimas, en la cara de alguien.

Unido a este pensamiento, se encuentra otro. A pesar de que el órden sea el inverso, después de la muerte viene la enfermedad. Imaginar, cómo me vería la gente en el caso de que me quedase sin movilidad en las piernas, o cómo me tratarían si supiesen que tengo una enfermedad terminal. En mis hipotéticas suposiciones, la gente no ve en mí más que lástima, pero lo cierto, es que nunca pensé en cómo me comportaría yo. Sólo en cómo me ven los demás.

No sé a qué se debe esto. ¿Le pasa a alguien más aparte de mí?