Bron – Ca – Bron – Ca – Bron – Ca… (Algo muy grande)

-¡¡Ya verás!!
Y con eso ya llamas mi atención.
-¿Ya veré qué?
-Mira, repite la palabra “Bronca” muchas veces, así: broncabroncabroncabronca…
-¿Y con eso qué gano?
-Tu hazlo.
-Broncabroncabroncabron… cabroncabroncabron… jajajajajajajajajaja.
¡Vaya! Cómo no se me pudo ocurrir a mí antes. Y según lo iba repitiendo, amigo por amigo, veía cómo la gente lo bañaba con litros de éxito, decibelios de felicitaciones, kilos de agradecimiento, y alguno se confundió y lo mojó con reprimendas. Estaba en lo más alto. Que envidia.
Decidí hacer algo yo. Tenía que hacer algo parecido, para ganarme el mérito, pero que no se pensase que era una imitación. Tenía que hacer algo mejor, algo grande, algo muy grande. Cogí el libro más grande que había en la estantería: “G…Guerra… y... Pa…Pa…Paz”.
-¿Qué es esto?
-Es un libro. –dije yo.
-¿Y qué hago con él?
-Ya verás léelo muchas veces seguidas.