Laboratorio de Reflexión

Juraría no haber estado aquí nunca.

jueves, febrero 22, 2007

Valiente Indefenso


Hoy escuché una estupidez, joder, una estupidez realista. Y si captasteis alguna vez en este blog cierta comicidad y humor, quiero que hagáis un paréntesis (como éste) y lo olvidéis. Empezaré.

Es injusto, pero nos encontrábamos en un 17 contra 1. Intentando hacer entrar en razón a alguien que de ninguna manera se
daría por vencido. Creo haber hablado de él en alguna entrada. Bien, pues allí me encontraba yo, diciéndole prácticamente todo aquello que deseé decirle pero que no le dije. La profesora disfrutaba de nuestro debate, era una discusión entre líderes. Nos dejábamos turnos para hablar y con mucho respeto nos gritábamos cuanto nos odiábamos y envidiábamos. Poco a poco, la demás gente comenzó a participar apoyándome. De repente me dí cuenta de que ellos discutían por otra cosa distinta, una bobada que en absoluto me importaba. Eran 16 contra uno. Yo decidí estar al márgen, no era mi lucha. La discusión se fue desvirtuando como cualquier conversación, empiezas hablando del tiempo y acabas hablando del tiempo que llevas hablando. Para daros más información sobre el sujeto del que hablo, diré que es superior a los demás, y lo peor de eso es que lo cree, o más bien, lo sabe. Intelectualmente superior. Digamos que el tema físico no es lo suyo. Es la figura estereotipada del empollón americano. Pobre, no daba a basto, con tantas estupideces sobre él, no le dejaban ni replicarlas casi.

Así, conmigo
en una esquina de la clase, compartiendo gestos con otros que habían desistido de participar en el debate, ví cómo se cometía el mayor atentado a la cultura. No sé cómo pasó todo. Me dí cuenta demasiado tarde. "Tú estudiarás mucho, pero vas a ser un infeliz". Se estaban cebando con él. "Él que estudie, que yo seré el que tenga un sueldo fijo, y él en la cola del paro". ¿Eso es lo que pensáis de la vida?. "Tú serás muy listo. ¿Pero qué vas a hacer si tu hijo te dice que le pegan en el colegio?". Pues lo mismo que hará su padre ahora, digo yo. Sabía que a pesar de nuestras diferencias, él tenía la razón ahora. "¡A ver gilipollas! Tú tendrás mucho coco, pero si un tío te amenaza con un bate, tú no vas a poder hacer nada. Y mientras yo sí me voy a saber defender". "¡¡POR DIOS ESTAMOS EN EL SIGLO XXI!!". "Precisamente por eso las cosas funcionan así en el S. XXI, aquí gana el más fuerte. A los listos les dan por el culo, y eso es así". Volví a la Edad Media por un momento. Recuperé el conocimiento y estaba a gritos discutiendo qué era mejor, si ser fuerte o un cerebrito. ¡¡Que frustración!! ¿Cómo hacer entrar en razón a alguien cuyo lema de vida es Pensar es de burros? Y que aún encima te mire como si fueses tonto. A mí me da igual lo que haga cada uno con su vida. Si quieres ser un matón, puedes serlo. Intenté convencer a esos teóricos de que el destino se encargaba de equilibrar el mundo, y al final los matones se iban a tomar por saco. Os podéis imaginar cómo acabó todo. Esta sería una de las cosas a las que creía que no me iba a enfrentar nunca, a una discusión de este tipo. Creí que esas mentalidades sólo existían en los institutos con taquillas en los pasillos. Y me preocupa de verdad. Me lo tomaré con calma. Como el día que me intentaron convencer de la supremacía de la película de El Código Da Vinci, frente al libro. Bueno, el caso, es que esto sucedió y no me sentó nada bien.

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